En Dallas no se acostumbra a "vivir" o fumar en las puertas de las casas, Saludabamos cortesmente
cada vez que la patrulla de policia acudia a interrogarnos con la mirada, o los reflectores si era
de noche. Incluso ya en los dias que nuestros visados de turistas expiraron.



          

Julio perdio esa costumbre tan latina de "vivir" en la puerta de casa el dia que dos disparos le rozaron el bigote.